Definitivamente fue amor a primera vista! Su paisaje y su gente tienen algo especial sin duda. No conocía el Norte Neuquino y cada rincón que iba recorriendo a medida que transitaba la Ruta Nacional 40 despertaba mi admiración.
Por recomendación de unos amigos, decidimos pasar unos días en el Norte Neuquino para conocer ese paisaje tan bello que nos describían. Diciembre es un excelente mes, la temperatura es óptima, las flores de la primavera persisten, los arroyos y vertientes afloran a medida que la Cordillera de los Andes se aproxima.
En total son 491 km desde la capital Neuquina. Se atraviesan las localidades de Zapala, Las Lajas, Chos Malal y Andacollo por la Ruta Provincial Nº 43.
Las Ovejas, está asentada sobre un pequeño valle y rodeada de montañas y cerros de la Cordillera de los Andes que contrastan con el cielo azul profundo, que aquí parece estar más cerquita.
Nos alojamos en la Hostería Las Ovejas, de arquitectura moderna rodeada de un entorno natural privilegiado, se tornó nuestro hogar por un par de días. La gente de allí fue muy amable con nosotros durante la estadía.
Paseamos por el pueblo, compramos provisiones y charlamos con algunos pobladores. Nos recomendaron visitar las lagunas de Epulauquen. Así que allá fuimos.
Quedan a unos 40 km. por un camino de ripio y se encuentran al pie de la Cordillera de los Andes. Bordeamos parte del río Nahueve. Nos detuvimos en uno de los accesos de la ruta, y nos tomamos unos mates antes de continuar contemplando el paisaje que lo rodea.
En el ingreso conversamos con un guardaparque que nos comentó la particularidad del lugar; pues parecía que estábamos en el bosque andino típico del sur de la provincia, una curiosidad ya que el Norte Neuquino es más bien árido. Él nos explicó que la altura de la Cordillera de los Andes allí es un tanto más baja, lo que permite el ingreso de aire húmedo, logrando que se desarrollen allí especies del bosque subantártico como ñires, coihues, robles pellín y lengas.
A medida que nos acercábamos hacia la cordillera, una vez pasado el ingreso del Guardaparque, el cambio en la vegetación era notable, de arbustos y gramíneas achaparradas, comenzaron a apreciarse los primeros árboles de baja altura hasta llegar a los coihues, y ñires de más de 20 metros. El colchón de pastos bajo los árboles era fabuloso, daban ganas de sentarse a tomar unos mates! y así lo hicimos!
Hicimos un pequeño picnic en el camping del parque, bajo la sombra de los árboles y muy cerca de la orilla de la laguna. Las aguas son increíblemente transparentes. Una virtud de pocos lugares que he conocido. Provienen del deshielo de las montañas hacia el oeste.
Una vez descansados con nuestro niño, realizamos una caminata hasta la cascada La chaquira que se alcanzaba a observar desde el camping, encontramos otros pequeños saltos subiendo un poco más.
Luego hicimos el sendero “Hayas del Sur”, un circuito interpretativo entre un bosque de robles pellín, ñires y coihues. Caminábamos aún sin poder creer la belleza del paisaje que lo rodeaba, realmente parecíamos estar en el sur neuquino.
Estuvimos en las lagunas de Epulauquen todo el día, disfrutamos cada momento. Regresamos tarde, luego de cenar en el restaurante de la hostería, nos fuimos a descansar.
Al día siguiente fuimos hasta Manzano Amargo; localizado a 43 km de Las Ovejas hacia el norte. Es un pueblo inserto al pie de la cordillera, el paisaje es realmente encantador. Conversando con los pobladores que amablemente nos recibieron, llegamos hasta la cascada la Fragua: un salto de agua de más de 40 metros, rodeada de un bosque de ñires, los cuales tenían en sus ramas pequeñas bolitas de color naranja claro. Charlando con gente, supimos que son hongos que se llaman llao llao, los antiguos habitantes de la región lo utilizaban como alimento.
Recorrimos río arriba. Allí encontramos un sitio para almorzar. La curiosidad de conocer el místico río Neuquén, decidimos continuar camino hacia el paraje Pichi Neuquén donde nace prácticamente el río Neuquén luego de juntarse con el Pichi Neuquén: un lugar increíble!
Regresamos hacia Las Ovejas, maravillados con todos los sitios recorridos! paisajes encantadores al pie de la Cordillera de los Andes.
A partir de este viaje, empecé a recomendar yo, a todo aquel que me preguntaba!
Gracias Renata!
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