Todo cambia: ¿Las aves provienen de los dinosaurios?

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El conocimiento de la evolución de las aves es limitado, debido a que sus huesos son livianos y frágiles, por lo tanto, resulta difícil su preservación como fósiles.

Existe un consenso entre los científicos que señala que el Archaeopteryx lithographica (150 millones de años -M.A.-), es el ave más primitiva que se conoce, el cual presenta varios caracteres compartidos con los dinosaurios terópodos (carnívoros). Fue hallada en 1861, en un yacimiento de calizas de Baviera (Alemania). Las alas presentaban tres dedos separados, con garras y sus mandíbulas poseían dientes. La cola era ósea y larga, mientras que la pelvis era tipo dinosaurio, con los huesos que la componen sin fusionarse entre sí. Sus plumas eran iguales a las de las aves actuales. Ya en 1870, el naturalista inglés Thomas Henry Huxley afirmaba que Archaeopteryx era un dinosaurio con plumas y que las aves habían evolucionado a partir de pequeños terópodos. Hoy en día esta teoría se encuentra ampliamente aceptada y sustentada por varias líneas de evidencia.

Muchos linajes de aves mesozoicas se extinguieron junto con los dinosaurios hace 65 M.A. pero, desde ese momento se han diversificado muchísimo, contabilizándose 30 órdenes de aves actuales, que se agrupan en alrededor de 200 familias y 10.000 especies, de las cuales más de 280 están presentes en la Provincia del Neuquén.

Este proceso evolutivo abarca los dos últimos períodos de la Era Mesozoica: Jurásico (de 200 a 144 millones de años atrás) y Cretácico (de 144 a 65 millones de años atrás), así como los dos períodos de la Era Cenozoica: Terciario (de 65 millones de años a 1.800.000 años atrás) y el Cuaternario (de 1.800.000 años atrás a la actualidad).

De forma muy sintética, es posible afirmar que un grupo de dinosaurios terópodos (de aproximadamente 5 metros y medio) evolucionaron hacia Archaeopteryx (de 50 centímetros aproximadamente) y de ellos, cierto grupo hacia las aves actuales, que conforman el orden paseriforme, como por ejemplo la dormilona cara negra, de unos 16 centímetros.

Hoy se considera que las aves son “dinosaurios vivientes”. Prueba de ello son:
– Las escamas de tipo reptiliano en las patas de las aves actuales.
– La presencia de plumas en dinosaurios carnívoros.
– El mismo tipo de cáscara de huevo presente en fósiles y aves actuales.
Incluso, se han encontrado fósiles de dinosaurios terópodos cubriendo la puesta de huevos sobre el nido de manera idéntica a como lo hace un ave hoy en día.

Un ancestro de las aves encontrado en la región

En Sudamérica existió hace 90 M.A. un dinosaurio terópodo llamado Unenlagia. Su nombre en mapuche significa “mitad ave” y su aspecto general habría sido similar al del famoso Velociraptor. Se conocen dos ejemplares de este dinosaurio, ambos hallados en el centro de la provincia del Neuquén, cuyos esqueletos, (que habrían tenido más de dos metros de largo estando completos), poseen varias características presentes en las aves. Por ejemplo, se destaca la capacidad de plegar los brazos hacia atrás como si fueran pequeñas alas, y los huesos de su pelvis poseen una constitución muy similar a la presente en Archaeopteryx.