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De Puerto Canoa a la cara sur del Lanín. Un interesante tramo de la senda Huella Andina.

30 January, 2013

El senderismo responde a la necesidad de los seres humanos de volver a acercarse a la naturaleza y alejarse del estrés y del ruido que implica la vida en la ciudad. Es una actividad para todas las edades y nos invita a empaparnos de todas las maravillas con las que el camino nos va sorprendiendo paso a paso.

Huella Andina constituye el primer gran sendero de largo recorrido del país que une el lago Aluminé en la Provincia del Neuquén con el lago Baguilt en Chubut, atravesando 5 parques nacionales: Lanín, Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces. Más de 500 km. de senda rodeada de lo mejor del paisaje patagónico en su expresión más pura.

Uno de los tramos más interesantes de Huella Andina en nuestra Provincia es la unión de Puerto Canoa y la cara sur del volcán Lanín, cerca de la localidad de Junín de los Andes. Juan Cid es integrante de la Escuela de Montaña Juan Miguel Negrete de Junín de los Andes, aficionado de la actividad y gran colaborador del equipo técnico que diseñó este tramo del sendero Huella Andina. Tuvo la oportunidad de recorrerlo en la temporada pasada y nos cuenta las características y cualidades de dicha senda.

Puerto Canoa, en la costa del majestuoso Huechulafquen, donde comienza la travesía

“El trayecto comienza en Puerto Canoa, a orillas del Lago Huechulafquen, y hay que recorrer 12 km.” – ida y vuelta aclara Juan – _“finaliza en la cara sur del Volcán Lanín a la altura del glaciar. El tramo completo lleva de 6 a 7 horas de caminata y es considerado de dificultad alta. Juan lo describe como un sendero muy bonito y muy rico en agua.

Nos relata: “todo comienza en la delegación del Parque Nacional Lanín en Puerto Canoa donde hay que registrarse. El ingreso al sendero está bien señalizado con carteles explicativos y la huella es bastante clara. La altitud aquí es de 915 m.s.n.m.”

“El primer tramo es sencillo, se atraviesa un bosque de coihues y ñires y algunas pequeñas vertientes. Luego de girar a la derecha comienza a escucharse el sonido del arroyo Ruca Leufú, que corre encajonado a una rápida velocidad. El sendero aquí ya comienza a disponerse en pendiente.”

El arroyo Ruca Leufú acompaña a nuestra derecha gran parte del trayecto

“Allí el suelo empieza a ponerse más pedregoso, la vegetación se dispersa más, y encontramos a nuestro paso los primeros pehuenes.”

Araucarias araucanas o pehuenes cerca del arroyo

“Se sigue bordeando el arroyo y continuando la pendiente hacia la ladera del volcán que acá parece verse con mucha más claridad”.

La cumbre nevada del Lanín ya se asoma

Juan asegura que hasta aquí la huella continúa siendo clara. “Casi en la parte final se atraviesa un bosquecito de lengas achaparradas que nos indica que se está cerca de lo 2000 m.s.n.m.”

A esta altura me encontré con un ejemplar de la Flor del Copahue

“A esta altura me encontré con un ejemplar de la Flor del Copahue. Finalmente se sale del bosque a una especie de vallecito rodeado de piedras grandes que se desprenden del Lanín.”

Llegando al final el paisaje se vuelve más árido y pedregoso

_“Allí también hay unos pequeños cactus: un poco raro verlos a estas alturas. Se cruza un arroyo y se llega al final del recorrido; con el glaciar del Lanín a la vista… ¡espectacular!

Vista desde el final del recorrido: el glaciar de la cara sur del volcán Lanín

“Hacia arriba se observan varios manchones de nieve que se pueden ver muy cerca”. Juan nos recomienda llevar binoculares para no perderse de los detalles de cada grieta.

Con el cansancio lógico del final de una aventura, Juan reflexiona: “la panorámica que se tiene desde el Lanín es realmente imponente: el bosque, el lago. No ves nada hecho por el hombre… sólo la naturaleza. Al observar la inmensidad del paisaje y el enorme Lanín al lado te sentís chiquito. La naturaleza tiene una energía y poder increíble… no hay nada humano que se pueda comparar.”

La inmensidad del paisaje y el sendero que nos marca el regreso a casa

Además agrega que el objetivo del trekking es disfrutar del paisaje y los sonidos de la naturaleza. Y si es posible en compañía: “Cuando uno hace trekking entre varios amigos, está bueno compartir, charlar, uno se relaja más, está más distendido y lo hace de otra manera. Lo material no vale nada, vale la persona, la solidaridad y el compañerismo: son los valores principales que tienen que apreciarse.”

Para hacer el sendero es recomendable la contratación de un guía habilitado. Recuerda también que la temporada para realizar la senda es desde diciembre hasta abril y hay que llevar abrigo, linterna, fuego y protector solar entre otras recomendaciones.

Para mayor información: www.huellaandina.tur.ar