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San Martín de los Andes, naturaleza a pura pasión con Marcelo Kurt Urquiaga

14 September, 2017

Sus fotografías transmiten una sensación de armonía y serenidad. Composiciones con un contraste prácticamente perfecto, una paleta de colores equilibrada y una luz sumamente estudiada. Imágenes que revelan un ser emocional y apasionado por lo que hace. Un alma noble de una mirada profunda y cálida, acompañada de una expresión alegre y amigable.

Marcelo Kurt Urquiaga es fotógrafo profesional y vive actualmente en San Martín de los Andes desde 1999, y desarrolló un emprendimiento gastronómico de comida saludable llamado Zen Tea. Tiene 40 años y proviene de una familia numerosa. Desde pequeño vivió en contacto con la naturaleza por lo que nunca dejó de rodearse de ella. Incluso cuando vivió en Buenos Aires, para estudiar fotografía en la Escuela de Fotografía Creativa de Andy Goldstein, se iba los fines de semana con su cámara al Jardín Botánico en Palermo a disfrutar del entorno “casi” natural. Sin embargo San Martín de los Andes sin duda era su lugar en el mundo y no tardó mucho tiempo en regresar.

Al principio la fotografía no era su pasión, de apoco y con el correr del tiempo se fue despertando, y se fue tornando una verdadera necesidad y una forma de expresión trascendental en su vida . En tal sentido Marcelo asegura “elijo la fotografía porque me permite capturar un momento del tiempo, un momento que se transforma en mágico, es un instante, el cual no vuelve a repetirse jamás.”

La fotografía enfocada hacia la naturaleza marcó un horizonte en su vida y construyó un camino por el que comenzó a caminar firmemente, pues no le faltaba nada: una actitud llena de pasión, a la que se suma  la técnica que había logrado a través de su carrera, y el maravilloso paisaje de la localidad cordillerana constituyó el escenario perfecto que le permitió crecer y expandirse.  “Fotografiar la naturaleza implica esperar que las condiciones sean precisas, estar en el momento justo y en el lugar indicado. Me emociona compartirla y despertar sentimientos a través de un momento que brindó la naturaleza… eso es realmente fantástico. Así he logrado capturar instantes verdaderamente especiales, pero a pesar de la técnica que aplico, me siento un instrumento, no un hacedor de la imagen” afirma Marcelo.

“Empecé sin saber lo que realmente quería, hoy ya lo sé con certeza. Amo profundamente la belleza de la naturaleza y quiero transmitir esa belleza a través de la fotografía. Trato de mostrar lo que veo. San Martín de los Andes es un lugar especial, durante las cuatro estaciones. Las fotos se generan con un clima de paz y con una belleza increíble” afirma Marcelo. Además agrega: “mi entusiasmo, mi imaginación y mis ganas no se agotan nunca, la región tiene las estaciones bien marcadas en el paisaje. Es muy simbólica y muy representativa. Vivir acá  me ha servido para encontrar mi propio camino interno, saber quién soy, descubrirme… me ha ayudado a construir bases para mi vida. Es un lugar único para mí, sus paisajes, su gente”.

“Me inspira mucho la belleza, cualquier tipo de belleza. La belleza en un acto de amor, las personas bellas, una personalidad bella… Y San Martín de los Andes está lleno de belleza y es mi fuente de inspiración.”

La naturaleza de la localidad cordillerana y sus alrededores le regalan diferentes postales de acuerdo a la época del año condicionados por distintos fenómenos meteorológicos, y la disposición de luz solar: “Hay lugares muy bonitos en San Martín de los Andes, como Quila Quina, Yuco, los lagos Falkner, Villarino y Traful. Cada uno tiene una belleza particular, y cada uno me ha regalado fotos increíbles. El amanecer y el atardecer son los momentos especiales en el día para la fotografía; donde la luz es más suave, más cálida y realmente genera unos climas preciosos.  Mi estación favorita, es el otoño, los colores de los árboles, las tonalidades, el sol de la estación es de un naranja muy suave y genera unos climas increíbles. El verano es la estación para disfrutar, los paisajes se vuelven paradisíacos.”

Marcelo hace una analogía del ciclo de las estaciones respecto de los ciclos que uno atraviesa en la vida: “En la vida tenemos veranos alegres en los cuales disfrutamos muchísimo, también otoños en los cuales nos marchitamos, dejamos caer algunas hojas, y llega el invierno; también tenemos épocas de nuestra  vida en que estamos más fríos, quietos o distantes, y todo pasa , todo termina y de repente los problemas y las angustias quedan atrás… uno se siente de nuevo con ganas, por lo que llega la primavera y como todo vuelve a renacer.”

Para poner el lente en la naturaleza, se requiere de una disciplina en base a la paciencia y a la observación, aunque también la suerte; pues hay momentos únicos que por cuestiones del propio juego de la naturaleza se originan y permiten una imagen sorprendente en un instante. En tal sentido él expresa: “soy muy observador de la naturaleza, paso mucho tiempo observando la naturaleza para conseguir el mejor momento. No deja de asombrarme, no me canso.”

Por sobre todas las cosas asegura que es imprescindible la pasión, no solo en lo que hace a la actividad sino a todos los quehaceres de la vida: “si bien es importante formarse lo más que puedan y si no pueden formarse no importa, metiéndole pasión y ganas  todo avanza! Cuando uno encuentra pasión en la vida, es como que el universo conspira y en el camino se encuentran todas las personas y situaciones que necesitamos para crecer y desarrollarnos tanto profesionalmente como en lo humano. Si uno tiene pasión por algo jamás  va a sentir que está trabajando, ni la necesidad de dinero, y así comienzan a aparecen otras cosas que llevan a descubrir, que llevan a hacer, a convertirse en una persona única…”

Finalmente expresa: “a través de la fotografía me voy descubriendo, voy haciendo cosas y a la gente le gusta. La pasión hace realmente que la vida valga la pena… pasar la vida sin tener pasión por algo es como haber desperdiciado la vida entera. Soy muy pasional en absolutamente todo lo que hago, las cosas superficiales y a medias no me gustan, necesito llegar a fondo, llegar a las raíces y que todo tenga sustento . Pongo la mente el cuerpo y el alma en lo que hago.”

Gracias Marcelo Kurt Urquiaga!

Contacto: 011 1563758857

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