Junín de los Andes es una ciudad que permite combinar descanso y fe en un entorno contemplativo. Esta hermosa localidad cordillerana está ubicada a 380 kilómetros de la ciudad de Neuquén y se constituye la más antigua de la Provincia. El devenir de su historia está forjado por la presencia de Colegios Salesianos que se instalaron allí, logrando una armoniosa convivencia con las comunidades Mapuche ya instaladas hace tiempo allí, junto con las criollas.
Este verdadero ejemplo de convivencia y respeto entre tan diferentes culturas y creencias se ve reflejado a través de las manifestaciones y expresiones relacionadas con el arte y la fe, que Junín de los Andes ofrece a los visitantes. El Parque Vía Christi es fiel reflejo de esto y resulta una magnífica obra que manifiesta la fe cristiana y la cultura mapuche en forma entrelazada. Las esculturas realizadas por el Arquitecto Alejandro Santana representan el camino que recorrió Jesús hasta su muerte y resurrección, camino que transita el hombre en su peregrinación por la vida. Los rostros de las figuras adoptan rasgos de los pueblos originarios de la región, estos conjuntos escultóricos son acompañados por placas en relieve que hacen un paralelo entre la vida de Cristo, la Iglesia, Ceferino Namuncurá y Laura Vicuña. El mismo consta de veintidós estaciones ubicadas al aire libre, tras un sendero parquizado que brindará a quienes lo recorran, la posibilidad de contar con un lugar para orar y ejercer su práctica religiosa, así como de disfrutar de una panorámica de la ciudad, las montañas y bosques que rodean la misma.
El paseo es una buena alternativa para disfrutar no sólo de la naturaleza, sino también de las impresionantes esculturas, de sus expresiones y de la experiencia de vivenciar a través del arte, aquello que se reacuerda cada 12 de octubre, el cruce de culturas, la mezcla, la unión de distintas cosmovisiones que marcaron para siempre a nuestra tierra desde aquel día de 1492.
Ubicado en el centro de la localidad de Junín de los Andes también se encuentra el Santuario Nuestra Señora de las Nieves y Beata Laura Vicuña. Edificado hace alrededor de cincuenta años, de arquitectura neogótica, guarda los restos del padre Domingo Milanesio, primer salesiano en evangelizar la zona. Una urna artesanal, reliquia de Laura Vicuña resguarda una vértebra de la Beata (que ofreció su vida y su juventud por la conversión de su madre), la cual fue traída desde Bahía Blanca.
También muy cerca de Junín, en el paraje San Ignacio se encuentra el Santuario Ceferino Namuncurá, quién fue beatificado por disposición del papa Benedicto XVI. Sus restos fueron trasladados en el año 2009 al paraje San Ignacio, donde viven actualmente sus familiares. El lugar está a 60 kilómetros de Junín de los Andes, y allí se construyó este santuario a campo abierto, con la forma de “Cultrum”, un instrumento musical de percusión típico de la cultura Mapuche en sus rogativas. El diseño pertenece, al igual que el Vía Christi, a Alejandro Santana, quien mantiene estrecha relación con los Namuncurá. Sobre sus restos, yace una placa que expresa palabras del mismo Beato “Padre quiero ser útil a mi gente”.
Junín de los Andes es un lugar de inclusión cultural, y por ello la oferta turística es ampliada con hospedajes de primer nivel, donde cada visitante puede disfrutar de innumerables paseos al aire libre, mediante la práctica de actividades como trekking, mountain bike, observación de aves entre bosques, lagos, ríos y montañas; entre ellas el Volcán Lanín; que se prepara para la apertura de la temporada de ascensos. También es posible realizar visitas hacia las costaneras de los ríos Malleo, Chimehuín o Curruhué, así como al lago Tromen. Sin dejar pasar la oportunidad de realizar los tradicionales paseos lacustres a través del imponente lago Huechulafquen cuyo entorno es custodiado por el majestuoso Lanín.
Este fin de semana, con la realización del “IX Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable” y “V Encuentro Argentino de Turismo Religioso”, Junín de los Andes se viste de gala, y se muestra en su esplendor hacia el mundo entero.
Para esta ocasión, el paseo por Junín de los Andes es hacia nuestra estación interior.
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