La observación de aves toma vuelo en Las Lajas.

A poco de comenzar la estación primaveral y palpitando el inicio de la temporada de observación de aves, te mostramos la gran diversidad de especies que se encuentran en la localidad precordillerana de Las Lajas y en sus alrededores. Situada al pie de la Cordillera de los Andes, está rodeada por extensos valles y humedales, que son utilizados como refugios y sitios de nidificación de cientos de especies, muchas de ellas de características particulares. Su potencial como área de observación de aves quedó demostrado de manera contundente en el Global Big Day desarrollado el pasado 14 de mayo.

Las Lajas y sus alrededores constituyen una zona potencialmente privilegiada para la observación de aves, ya que se conjugan varios factores que favorecen la presencia de estos animales. Es una zona de transición entre distintas regiones geográficas; en pocos kilómetros a la redonda encontramos sectores de monte y estepa distribuidos en el área precordillerana. Allí se pueden divisar especies como loicas, calandrias mora y grande, toritos pico negro, yales, comesebos andinos, cortarramas, entre otras.

En la zona cordillerana cercana al Paso Pino Hachado, se desarrolla el bosque andino con la presencia de vegetación característica como araucarias araucanas, lengas y ñires, cañas colihue, etc. Aquí la humedad es mucho mayor, originando cientos de pequeños cursos de agua y vertientes. En esta área se pueden apreciar loros barranqueros, cachañas, águilas moras, cóndores andinos, y en los ambientes acuáticos diferentes tipos de patos como pato overo, maicero, de anteojos, y el escurridizo pato de los torrentes (éstas dos últimas se consideran especies amenazadas).

En total unas 130 especies de aves se han registrado desde el inicio del grupo tanto en la localidad como en los alrededores.

Un ecosistema particular que se genera a partir de la presencia del río Agrio junto a sus afluentes (arroyos Liu Cullín, Las Lajitas, entre otros), sumado a sistemas de lagunas y humedales que se forman en los alrededores, es utilizado por algunas aves tanto como lugar de residencia permanente, como para permanencias estacionales (las que habitan la zona cordillerana los visitan en invierno y las que habitan hacia el norte los visitan en verano), o como lugar de descanso a lo largo de sus migraciones a áreas más lejanas: de acuerdo a la época del año se pueden apreciar picaflores rubí, doraditos limón, monjitas blancas, diucones, picos de plata, y acuáticas como playeritos, chorlitos de collar, flamencos o pitotoys.

Se pueden observar ejemplares de tachuríes, junqueros, teros, garzas y garcitas blancas, coscorobas, cisnes y variedad de patos como maiceros, de cuchara y crestones. En los sectores de arboledas urbanas y chacras se logran visualizar zorzales patagónico y chiguanco, benteveos, churrinches, caburés grande y tucúqueres, entre otros.

El Global Big Day, es uno de los eventos más importantes de la actividad que promueve la observación de aves a nivel mundial durante 24 horas; en las cuales los observadores de aves se agrupan para poder registrar el mayor número de especies en una zona específica o en una ruta definida bajo ciertos criterios. Entre los diferentes grupos y COA´s (Club de observación de aves) que salieron en la provincia de Neuquén, el COA Las lajas fue el que más diversidad de aves logró registrar, contándose listas de 78 especies, y otras de 77 y 27 especies según las distintas zonas abarcadas; posicionándose así como “Área de mayor diversidad de aves de la provincia.”
(Ver resultados del Global Big Day: http://ebird.org/content/argentina/noticias/gbd16results/ )

El COA Las Lajas fue formado hace dos años a partir de un curso de iniciación en la actividad a cargo del reconocido ornitólogo Horacio Matarasso. Está integrado por Javier Perez, Mónica Ferraro, Irene Arraín, Cintia Narambuena y Cecilia de Larminat, entre otros. El grupo organiza charlas en escuelas, un programa radial dedicado a la actividad, y salidas con el propósito de concientizar a la población acerca de importancia del cuidado de las aves, la preservación de sus ambientes y la vida en armonía con la naturaleza. También realizan tareas de rehabilitación y curación de aves heridas o en mal estado: han rehabilitado con éxito tucúqueres heridos: al igual que la lechuza del campanario, en ocasiones son golpeadas a propósito por algunas personas que las consideran “aves de mal agüero” o de mala suerte, de acuerdo a creencias y mitos populares.