Decálogo del  buen pescador

Disfrutemos de la pesca y todo lo que la rodea, pero con responsabilidad; respetemos el medio ambiente y tratemos al pez con cuidado y devolvámoslo al agua con el menor daño posible. Con estas prácticas podremos seguir disfrutando de la pesca por muchos años más...

Si su intención es devolver el pez a su medio causándole el menor daño posible no alcanza sólo con su buena voluntad, es necesario un manejo correcto. Para eso le brindamos aquí información y consejos teniendo en cuenta que una buena devolución garantiza un porcentaje de sobrevida cercano al 100%. 

Las recomendaciones de este documento, que toma conceptos y los transforma en consejos prácticos, apuntan a los salmónidos pero se constituyen en una herramienta aplicable a la mayoría de las situaciones y especies de pesca donde la mentalidad del pescador apunte primordialmente a la protección y preservación de su eventual contrincante, el pez.

No es una guía ecológica; su aplicación hará que Ud. pesque más y su captura sobreviva.

Tampoco pretende imponer ni enseñar cómo se debe obrar, sino simplemente brindar información recomendando la práctica de menor impacto. De este modo cada uno con buena fe decidirá cuál es el mejor trato que le puede brindar al pez, desde la selección de los implementos y equipo a utilizar hasta su posterior devolución al medio.

En este sentido tenga en cuenta que si evaluáramos el “buen trato al pez capturado” en una escala de 0 a 10, el punto más alto (el mejor trato con el menor daño) será dejar de pescar, y el más bajo (cero) sacrificarlo.

Cada uno deberá escoger alguno de los valores intermedios. Este Decálogo busca ser una guía para orientarlo en la selección del más adecuado.

Anzuelos 

Use anzuelo con su rebaba aplastada con una pinza. Minimiza el daño y aumenta notablemente la taza de supervivencia. Es mas facil quitar al pez, de la ropa o de nuestro cuerpo en caso de accidente. Contribuye a evitar el deterioro de la mosca durante el proceso de extracción, algo fundamental si no tenenmos respuesto de la mosca que en ese momentos está funcionando.  Use en lo posible anzuelos oxidables. 

En caso del corte del tippet el anzuelo oxidable pronto se corroerá en la boca del pez.

Trate de usar anzuelos de pequeño tamaño.  Si necesita usar moscas de buen tamaño puede utilizar moscas de tipo tubo; se adaptan a la mayoria de las situaciones de pesca, son muy resistentes, fáciles de atar y dan absoluta libertad de elegir el tamñao y tipo de anzuelo que desee. 

Reducción del Pez 

El uso del “BogaGrip ” para el izado de un ejemplar y su manipulación provocan en la gran mayoría de los casos la perforación de la membrana gular de los peces, produciendo a veces un traumatismo mayor que el ocasionado por el anzuelo. Use copo, pero asegurándose que sea “apto” para pesca y devolución.

El uso de un copo tiene estas ventajas: acorta significativamente la lucha del pez permitiendo que no se agote totalmente y disminuye la posibilidad de cortes cuando se usa un tippet fino.Los que tienen red hecha con nudos o muy áspera no son adecuados porque lesionan al pez, le quitan mucus y pueden llegar incluso a arrancarle escamas. 

Si no usa copo nunca intente llegar al pez tomando el tippet: la curvatura de la caña es la que lo protege evitando que se corte el leader frente a las corridas al absorber la fuerza que hace el pez. Asimismo, la tensión del conjunto asegura que no se desprenda el anzuelo.Si usa un guante para sostener al pez, mójelo antes de utilizarlo. Al igual que el copo, los hay “aptos” para pesca y devolución, realizados con materiales antideslizantes no erosivos (algodón, lana, neoprene, etc.). Si tiene una zona rugosa, úselo al revés. Tenga la precaución de lavarlo perfectamente cada día. Guardarlo sucio o húmedo provoca en el mismo guante la proliferación de bacterias por la descomposición del tegumento que quedó  en la tela o la aparición de hongos, los que luego se trasmitirán a los otros peces que se tomen con la posibilidad cierta de contagio. No está de más tener similares cuidados con las redes de los copos. 

Mantenerlo en el Agua

Lo ideal es no sacar al pez del agua. No lo expone al aire y evita la posibilidad de caídas accidentales.  Si lo hace, tenga en cuenta que a partir de los 15 segundos empiezan los daños neuronales. La exposición prolongada al aire y consecuente falta de oxígeno es  una de las causas más frecuentes de muerte, ya que le provoca lesiones cerebrales y en el aparato respiratorio que pueden no ser advertidas inmediatamente. Se recomienda especialmente el cumplimiento de este punto por las graves consecuencias que acarrea. 

Mobirise
Respetemos el reglamento y las condiciones de cada ambiente
Manipulación

Manipule y toque el pez lo menos posible. Así no le quita el mucus que es su primera barrera de defensa contra muchas agresiones del medio, como contaminación y agentes patógenos.
Siempre trate de manipularlo con movimientos suaves para evitar que entre en pánico.
No lo apriete, utilice la presión justa para que no se le resbale pero cuidando de no lesionarlo por la fuerza con que lo sostiene. Evitará así una importante fuente de estrés y daños a la piel y órganos internos.
Si bien tomar al pez con las manos húmedas disminuye la abrasión de la capa de mucus, exige una mayor presión porque ello hace que se resbale más que con las manos secas. Por eso es preferible – si lo va a sacar del copo para una fotografía, por ejemplo tomarlo con las manos secas para mejorar el agarre y evitar caídas.
Use guante húmedo o un copo. Incluso puede utilizar la red del copo a modo de guante para sostenerlo del pedúnculo (parte trasera donde se angosta el cuerpo antes de la cola).
En el caso de los salmónidos si el agua está extremadamente caliente considere la posibilidad de no pescar; la disminución del oxígeno en el agua que aquello provoca eleva notablemente el porcentaje de muertes. 
Nunca arrastre el pez por la tierra, la grava o el pasto; rasparlo aumenta notoriamente la tasa de mortandad.
Nunca introduzca los dedos en las agallas. Use fórceps. Los dedos en las agallas y las caídas son mortales.

Peso y Medición

Si va a pesar al pez, siempre hágalo mediante un copo. Nunca lo introduzca en una bolsa; le retirará el mucus que lo recubre. No recomendamos el uso de balanzas. 
En lugar de usar balanza es preferible que mida el largo del pez desde  el hocico al extremo de la aleta caudal y su contorno por delante de la aleta dorsal del pez. 
Piense que si todos utilizamos este sistema será un parámetro común válido para comparar capturas. 
Aproveche el momento de la recuperación para registrar con un centímetro de costurera las medidas del pez. 

Fotos

Los peces nos dan una gran satisfacción al ser engañados por nuestros señuelos, pero no son modelos publicitarios: si puede obviar las fotos, el pez le estará agradecido. Si le va a sacar fotos considere la posibilidad de tomárselas mientras está dentro del agua.
Las más lindas fotos son aquellas en que el pez está en su medio y el pescador lo sostiene suavemente sin sacarlo: en el agua los peces lucen sus mejores colores que pierden ni bien los sacamos. 
Si va a levantar al pez, téngalo fuera el menor tiempo posible, siempre en cuclillas o arrodillado y nunca sobre la tierra o piedras; si resbala que al menos caiga al agua y desde poca altura. 
Manténgalo sumergido hasta que la cámara esté lista y luego entre foto y foto sumérjalo. 
Que el tiempo fuera del agua no exceda de quince segundos porque aumenta exponencialmente la tasa de mortandad. 

Estrés y Cansancio

Trate que la lucha se prolongue lo menos posible para evitar extenuar al pez.  El uso de copo acorta notablemente el tiempo de lucha. 
Use un número de equipo adecuado a la talla de los peces que espera encontrar. Si no lo sabe, infórmese; siempre es mejor que sobre a que falte: le permitirá abreviar la lucha y causarle menos cansancio. 
Use el tippet más grueso que la situación le permita. Con un tippet fino tardará más tiempo en lograr traer al pez agotándolo en extremo y tiene mayores probabilidades de corte: usted pierde la pieza y deja a un pez con una mosca clavada y un nylon colgando de la boca. 
Si el pez es demasiado grande para su equipo y nota que no lo podrá acercar sin agotarlo completamente, considere la posibilidad de dejarlo ir, por ejemplo aflojando la tensión de la línea para ver si el anzuelo se desengancha solo si está mal clavado. 
Una forma de compensar un equipo liviano es caminar aguas abajo del pez usando la 
corriente para acercarlo. Con un equipo liviano luchar contra el animal y la corriente no es posible y lo que se logra es agotarlo más allá de lo razonable. 
Trate que la aproximación del pez sea lo más suave que pueda para evitar que entre en pánico. No lo remolque hasta la orilla como si lo tirase con un malacate; logrará traerlo rápido pero le generará un estrés que probablemente le cause la muerte tiempo después de ser liberado. 
En la lucha y hasta la aproximación final y la quita del anzuelo impida que se golpee contra piedras o raíces. Por lo tanto en lo posible trate que las tareas de aproximación, recuperación y liberación sean en aguas lo más profundas que pueda, alejado de objetos duros. Es decir, mójese; vale la pena. 
Se puede identificar a un pez estresado porque se pone pálido por la acción de la adrenalina, boquea abriendo las agallas espasmódicamente y entra en una especie de colapso. En ese caso extreme las tareas de reanimación prolongándolas hasta que el animal recupere su balance natural y movimientos usuales. 

Extracción del Anzuelo

Trate de extraerle el anzuelo dentro del agua, sujetándolo con una mano del pedúnculo caudal mientras saca el anzuelo con la otra. Al no tener rebaba saldrá fácilmente.  El copo facilita la tarea. 
Si se tragó la mosca llévelo a aguas bajas y use fórceps para empujar la mosca hacia atrás hasta soltarla. Evita lesionar al pez y no rompe la mosca. El Ketchum Release es una alternativa válida para estos casos. 
Si está muy adentro y pese a los intentos no pudo sacarlo, en última instancia no lo dude, corte el tippet lo más al ras del ojo del anzuelo que pueda y deje que se vaya. 

Recuperación

Efectúe maniobras de recuperación previo a dejar al pez libre, sobre todo si se pone de costado o panza arriba.
Manténgalo un rato enfrentado a la corriente sosteniéndolo suavemente de la cola y con la otra mano en la panza, para que el agua circule por sus agallas aumentando la oxigenación. 
Asegúrese que tenga la boca abierta. Con peces muy grandes una alternativa es pararse en la corriente con el agua hasta los tobillos y ubicar al pez entre los zapatos de vadeo de modo que quede enfrentado al agua y que esta circule por su boca. Al no vernos ni sentirse sujeto se relajará y recuperará normalmente, partiendo sólo y sin ayuda pocos minutos después. 
No haga movimientos hacia delante y detrás; la circulación inversa del agua por sus branquias es antinatural y puede dañar el aparato respiratorio del pez. 
En aguas quietas como las de lagos y lagunas mueva al pez hacia delante con la boca abierta para que circule agua y se retire el aire de las cavidades. Evite la circulación inversa. 
No realice estas maniobras cerca de la orilla para evitar el agua revuelta y sucia; los sedimentos y la arena no colaboran con la recuperación del pez. 

Mobirise
Liberemos al pez de forma cuidada

Liberación

Trate de prolongar la recuperación hasta que se vaya escapando de nuestras manos por sus propios medios.

Tómese el tiempo que sea necesario. Allí puede aprovechar para sacar fotos y medirlo sin sacarlo del agua, si es su intención guardar otro recuerdo que la batalla que nos regaló.

Mientras lo sostiene no lo apriete, téngalo suavemente. Cuando afloje la presión sentirá en su mano un movimiento ágil de la cola, ese es el momento en que partirá libremente.

Nunca tire al pez al agua desde lo alto, mucho menos si son ejemplares de poco tamaño; si lo sacó del agua vuelva a introducirlo suavemente.

Libere el pez en una zona de corriente suave donde pueda terminar de recuperarse.

Respete las leyes de cada lugar, tenga en cuenta que la liberación es obligatoria en la mayoría de los ámbitos de pesca.

Libere todos los peces, pero ponga particular énfasis en los medianos y grandes, es decir los sexualmente mas activos. Los biólogos privilegian hoy la devolución de los individuos que representan la fracción más apta para la reproducción.

Los pescadores menos informados tienden a devolver los peces más chicos “para que crezcan”, y eso es un error.

Cuando su intención sea sacrificar un buen ejemplar, piense que no sólo lo sacrifica a él, sino a una enorme cantidad de descendientes que potencialmente lleva dentro de su cuerpo y que le permitirán seguir disfrutando de la pesca en años venideros.

Fuente: Comisión Decálogo del Magazine Digital del Fogón Mosquero

Daniel Alejandro Togni, Diván, Guillermo Tusini, Ricardo Murtagh

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