Dentro de la Ruta del Vino de la Patagonia, en San Patricio del Chañar existen bodegas con viñedos propios que se dedican a la elaboración de vinos finos y espumantes. Esta zona de estepa posee un clima y suelo óptimo para el desarrollo vitivinícola. La calidad de los vinos ha merecido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. Las variedades que mejor se han adaptado al clima son: Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Algunas bodegas disponen restaurantes donde se ofrecen cocina gourmet y regional combinando carnes, verduras y frutas regionales, maridadas perfectamente con excelentes vinos por supuesto. Degustar de tentadores riñoncitos de cordero envueltos en panceta, con papines rellenos y hongos, pasta de tomates ahumados y criolla junto a un pinot noir de la casa observando el maravilloso paisaje colmado de vides y álamos es memorable.
En la región del Alto valle y Estepa se desarrolla la producción primaria de manzanas, peras, duraznos, cerezas, damascos, frutas finas, hongos y aromáticas. Estas constituyen materia prima para la elaboración de postres, dulces, conservas, chutneys, etc. Algunas frutas se disecan o se utilizan para la elaboración de licores o jugos. En Centenario y en Plottier se encuentran casas de té que ofrecen la posibilidad de degustar mermeladas, tortas, tartas, strudels entre otros, utilizando como base los frutos que se cosechan en el propio establecimiento.